El sábado, inclumpliendo las previsiones meteorológica, nos levantamos viendo llover, con lo cual el plan de subir a los Eristes se nos estropeó y decidimos hacer algo que teníamos pendiente: subir el Turbón. Una ascensión sencilla pero como la previsión era mala, preferíamos no jugárnosla.
Empezamos la ascensión con algo de sol, e incluso calor; la cosa no pintaba mal, y como nos conocíamos el camino de intentar subir hacía unos meses, cogimos ritmo hacia arrida
Al llegar al primer collado el cielo empezó a cerrarse, con lo cual decidimos apretar el paso para que nos pillara la tormenta lo más tarde posible.
Cuando estábamos a 200 metros de la cumbre, de golpe y porrazo empezó a granizar, con lo cual subimos casi corriendo a la cumbre, nos hicimos la foto, sin poder disfrutar de las vistas, que es uno de los alicientes de esta cima, y nos fuimos para abajo rapidito.
La granizada fue intensa pero rápida, y a mitad bajada ya había parado, con lo cual nos apuntamos la cima pasada por agua, pero contentos.
El domingo continuaba la mala previsión del tiempo, con lo cual no pensamos en hacer nada. Nos levantamos tranquilamente, y al ver que tampoco pintaba tan mal, decidimos hacer un paseo tranquilo para subir al Puerto de Benasque, el collado que utilizaban en la antiguedad para cruzar a Francia.
Fue un paseo tranquilo, y aunque el cielo estaba cubierto, tuvimos algunas bonitas vistas de futuros objetivos.
Llegamos hasta el collado, nos asomamos a Francia, y volvimos al coche viendo llegar la llovia.
Un fin de semana tranquilo pero con el objetivo cumplido: empezar a mover las piernas.
Sin duda que habéis acumulado metros de desnivel. No parais!! Enhorabuena y a seguir tachando cumbres y apuntando nuevos objetivos ;))
ResponderEliminarMucha suerte en la expedición!