Alicia Meseguer Felip

52 años (10-03-59), psicóloga clínica.  Desde joven me he sentido un poco rara y un poco privilegiada a la vez: Primero me gustaba la música y pude cantar desde niña en un coro de alto nivel, participando en actividades de las que muy pocas personas podían disfrutar en aquellos años. Después, sentí necesidad de una actividad física que pudiera compartir con gente interesante, y tuve ocasión de iniciarme en la montaña con amigos entre los que se encontraba el que hoy es mi marido. Con él y con otros buenos amigos he realizado, desde entonces, innumerables actividades en las montañas españolas y en los Alpes.
Durante una época intensa, organizamos y coordinamos un grupo juvenil con el que realizamos actividades de montaña, y en el que pude aplicar de forma lúdica muchos conocimientos adquiridos en mi carrera de Psicología (afortunadamente, los padres de aquellos niños se fiaban mucho de nosotros...). A un campamento con ellos en los Pirineos, acudí estando embarazada de Berta, y realicé múltiples ascensiones y actividades sin especiales problemas. Más tarde alcancé la cumbre del Puigmal embarazada de 4 meses de Miguel. Se puede decir que ellos no han sido nunca un obstáculo para mantener y desarrollar mi afición; más bien al contrario. A lo largo de estos años, he subido en los Alpes, entre otros, el Weismeiss, el Cástor, la Mönch, el Grand Paradiso, la Grande Casse o el Pelvoux. Y en otras partes del mundo, el Toubkal (Marruecos), el Guagua Pichincha y Corazón (Ecuador), Elbrus (Rusia), Austria (Bolivia), Punta Lenana (Kenia) y Kilimanjaro (Tanzania) constituyen los puntos culminantes de mi carrera montañera en familia. Me considero parte vital del proyecto Cumbres en Familia, porque tengo claro que la actividad en la montaña forma parte de una filosofía de vida que no te puedes plantear si la transmites o no a los hijos: aparece automáticamente en tu relación con ellos. No sé hasta dónde llegaremos, no me planteo objetivos a largo plazo, pero me gusta disfrutar de los que llevamos compartido hasta ahora y de lo que va saliendo. Doy gracias a la vida por ello.