Agosto- Septiembre 2006
La decisión de ir a subir al Elbrús surgió de un compromiso entre una menor disponibilidad de tiempo y económica y las ganas de hacer algo que incluyera a Rober, la última incorporación al equipo. El Elbrus era una montaña alta, relativamente próxima y que exigía un tiempo de viaje menor que otras. El que sea la montaña más alta de Europa le daba un toque de relevancia que se mezclaba con el recuerdo de los padres. Cuando éramos jóvenes la situación política hacía que oficialmente la montaña más alta de Europa fuera el Mont Blanc. La cordilleras rusas en la práctica no existían y cuando mirando mapas encontrabas una montaña de más de cinco mil metros que parecía que debía ser considerada europea, te preguntabas porque la oficialidad se comportaba como si no existiera.
Nuevamente contratamos la infraestructura en Montañas del Mundo, con la que tan contentos habíamos quedado tras la experiencia en Ecuador.
CALENDARIO DEL VIAJE
RUTA DEL VIAJE
ACLIMATACIÓN EN EL VALLE DE ADYLSU
ELBRUS: PREPARATIVOS
ELBRUS: LA CUMBRE
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